Son rarezas, la prehistoria de una personalidad que explotaría en múltiples direcciones: joven estudiante de Bellas Artes, Lihn se convirtió en una voz central de la poesía chilena para terminar disfrazado de bufón, haciendo teatro y cine, dibujando cómics y encendiendo la mecha de la escena cultural de los 80. En esa ruta, Lihn asumió una radical independencia política que lo llevó a pelearse con la derecha y la izquierda, incluyendo la Revo- lución Cubana.
Fallecido hace 24 años, Lihn persiste. A la insistente reedición de sus obras, se suma la de La aparición de la virgen y otros poemas políticos (Ediciones UDP), que recoge el volumen que escribió en torno a la supuesta visión de la Virgen María en Peña Blanca en los 80 y suma otros 40 textos que el poeta dedicó a la contingencia política chilena y latinoamericana entre 1963 y 1987.
Paralelamente, la Biblioteca Nicanor Parra (Vergara 324) de la UDP mañana abre la exposición In-disciplinado, que además de mostrar rarezas como esos dibujos de infancia, incluye fotografías, cuadernos de viaje, textos de sus obras de teatro, sus libros y ediciones de algunas de sus publicaciones descatalogadas. También se mostrarán sus películas Adiós a Tarzán y Cena última.
Entre las fotografías exhibidas resalta un retrato del poeta en el montaje de Lihn y Pompier, el 28 de diciembre de 1977, en el Instituto Chileno Norteamericano. "La degollación de los inocentes no es más que un episodio normal dentro de una historia dinástica caracterizada por este tipo de excesos", dijo ese día Lihn, a propósito de la dictadura, caracterizado del paródico Pompier. Parte de ese texto está en la nueva edición de La aparición de la virgen...
Tras el golpe de 1973, la situación política de Lihn en Chile fue algo irregular: ex militante del Partido Comunista (estuvo afiliado pocos días), el poeta había sido parte de un grupo de intelectuales de izquierda que apoyaron a Salvador Allende e incluso, había trabajado en la editorial de la UP, Quimantú. Sus credenciales de izquierda eran más antiguas, con varios textos en el diario El Siglo y un poema llamado Elegía a Che Guevara. Pero según el propio Lihn, lo que lo salvó del exilio fue su papel en el Caso Padilla: en 1970 publicó en la revista Marcha un artículo en que denunciaba la restricciones a las libertades culturales en Cuba y la persecución del poeta Herberto Padilla.
A fines de los 70, Lihn era parte de la disidencia cultural al régimen. De Lihn y Pompier siguió al libro El paseo Ahumada, que lanzó deliberadamente en el paseo del centro para ser detenido. Resultó. En La aparición de la virgen, su último libro en vida, Lihn partía: "La realidad es el único libro que nos hace sufrir / La realidad es la única película que nos quita el sueño / Las apariciones de la Virgen serán irreales no así la aparición de los agentes de la realidad / Ellos son los únicos autores terribles / Ellos son los únicos sádicos cineastas".
En mayo, la Biblioteca Parra sumará a In-disciplinado la exposición de los dibujos originales del cómic de Lihn Roma la loba. Por esos días, se lanzará la biografía sobre el poeta, a cargo de Roberto Merino.
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